
La película cuenta con un esplendoroso reparto conformado por actrices de la talla de Montse Ortiz (protagonista. Véase además su excelente trabajo en La culpa del otro), Marta de Frutos, y Mar García. Los actores que completan este magnífico elenco son Txema Blasco (protagonista), Roberto Áron, y Ramiro Melgar. Todos ellos con una amplia experiencia profesional y un alto nivel interpretativo.


Lección debida, comprende en su título un juego de palabras con varias lecturas como sugerencia interpretativa. La trama, que no persigue una consecución de sucesos, es una incitación a la reflexión más o menos profunda en función de la capacidad individual de cada espectador. Una película de suspense para quienes solo quieren mirar en la superficie, un análisis de determinados aspectos de la sociedad en que vivimos para los que no se conforman con poner los pies en las riberas y clavan su mirada más allá del horizonte, una lección para los que nos identifiquemos en alguna de las situaciones plasmadas en la pantalla. Lección debida no erige sobre estereotipo su estructura ni forma matrimonio con lo convencional. En su afán por adentrarse en lo social centrándose en los temas humanos Iván Ruiz Flores mixtura en perfecta armonía un guión plagado de tensiones, intriga y suspenso, absurdo y crueldad, cine dentro del cine, personajes asustados que se desgarran en un necesario y aleccionador ajuste de cuentas, contenidos e intensos diálogos, situaciones límites de conflictos llenas y una sucesión de símbolos que funcionan como un mapa guía para la exploración del espectador.
Iván Ruiz Flores quiere volver al cine como espejo en el que el espectador se observe, participe activamente y elija, y lo hace en un tiempo y un lugar donde las tendencias pujan por esquivar la mirada, donde la frase de moda es el “yo paso”, donde las soluciones a los problemas “siempre llegan después”, donde engañamos y nos dejamos engañar continuamente por nuestro cerebro con el fin de obtener supuestos beneficios personales. Lección debida nos plantea una historia sin respuestas, para Iván Ruiz Flores lo interesante es plantear preguntas.
No se anda con coqueteos este joven director, su meta es hacer un cine independiente, serio, responsable, sin concesiones cargadas de hipocresías; donde las imágenes plasmen su propia mirada, reflexiones y conflictos. Su objetivo primordial es la CREACIÓN, escrito y sentido así en contundente mayúscula. Me uno y ayudo a que su sueño se haga real porque creo en el valor humano y creativo de su persona y sus ideas.